viernes, 30 de diciembre de 2016

Catastro multifinalitário: aplicado a la definición de políticas de suelo urbano

Presentación:
La frase que afirma: “el catastro territorial debe estar al servicio del planeamiento” no es nueva y a pesar de todo lo que se ha escrito y dicho sobre su relación y sobre los deberes y derechos de cada institución, aún es posible hacer análisis más detallados y trascender la visión unidireccional que históricamente veía al catastro como “al servicio de...”.
En América Latina en particular, los cambios demográficos y económicos condicionan la expansión horizontal y vertical de los centros urbanos. Grandes proyectos desarrollados para sectores sociales de ingresos medios conviven con las exclusivas “urbanizaciones enrejadas” de los grupos de altos ingresos y con los asentamientos informales que carecen de equipamientos y de servicios urbanos. La tendencia de expansión hacia las áreas periféricas sobre valoriza los “suelos lejanos” y al mismo tiempo crea problemas de infraestructura. Paralelamente, la reducción de la actividad residencial en áreas centrales que ya cuentan con equipamientos y servicios básicos abre espacios con suelo urbano subutilizado que sufre devaluación. Esa enigmática relación que hay entre el control de la expansión territorial y el apoyo a la densificación urbana está en el corazón de la discusión de académicos y formuladores de políticas urbanas en América Latina.


Un sistema de información territorial que tenga la capacidad de transparecer esa compleja realidad urbana, definitivamente debe trabajar con multidatos procedentes de diferentes fuentes. Esta necesidad ha impulsado la difusión de los conceptos relativos a los catastros multifinalitarios, cuyo desarrollo presenta grandes contrastes en la región debido, por un lado, a la frecuente mala interpretación del concepto, y por otro, a la insipiencia del proceso de cambio que acaba de comenzar.
Existe una noción según la cual, para implementar un catastro multifinalitario es necesario ampliar las bases de datos de los catastros territoriales tradicionales que contemplan los aspectos físicos, económicos y jurídicos, incluyendo los datos sociales, ambientales y de redes de servicios lo cual, definitivamente, no es esencial. Algunos administradores, inclusive, consideran que la adquisición de Sistemas de Información Geográfica y/o la implementación de sitios en Internet (e-Catastros) son suficientes para estructurar un catastro multifinalitario y si bien estos pasos son importantes, tampoco son imprescindibles.
La implementación de un Catastro Multifinalitario se basa principalmente en cambios de paradigma que contemplan la consolidación de nuevas relaciones entre los sectores público y privado, sin la necesidad imperiosa de nuevos ni mayores recursos financieros ni tecnológicos, puesto que los que están disponibles en las instituciones aliadas pasan a ser compartidos de la misma forma que los datos y las informaciones.
Es hora de repensar, reconsiderar, negociar, cooperar y actuar para el establecimiento de catastros multifinalitarios con mayor protagonismo en la definición de políticas urbanas, que optimicen el financiamiento urbano.
Editor y organizador: Diego Alfonso Erba 
https://www.lincolninst.edu/sites/default/files/pubfiles/catastro-multifinalitario-politicas-de-suelo-urbano-full.pdf

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